¿Quién no pensaba que el requesón que conocemos en España y la ricotta italiana eran prácticamente el mismo producto? La verdad es que llevo años utilizándolos indistintamente para hacer repostería y pasta rellena, como tanta gente...
Ha sido gracias a Instagram y al blog de Sara, Una Italiana en la Cocina, que me ha entrado la curiosidad y puedo concluir que son productos diferentes, basados en los mismos ingredientes (como tantos lácteos), pero elaborados siguiendo procedimientos distintos.
La ricotta (foto de la izquierda) es cremosa y suave; el requesón (foto de la derecha) es granuloso y de tacto algo más seco.
Como para hacer rocotta nos hace falta suero de leche, voy a aprovechar para explicaros primero cómo hacer un requesón pequeño, y así continuamos con la rocotta.
Por cierto, por cada litro de leche obtendréis entre 200 g y 250 g de requesón o ricotta. La diferencia de peso estriba en utilizar o no 1/2 tsp (cucharadita) de cloruro de calcio de uso alimentario para recomponer la caseína de la leche que se ha perdido en el proceso de pasteurización y así obtener más cantidad de producto, pero no es un ingrediente imprescindible.
Necesitaremos un gasa de farmacia grande y un colador (como cuando hacemos queso fresco) o, simplemente, un colador de malla fina.