lunes, 16 de diciembre de 2019

Naranja Confitada Casera

Desde hace años hago naranja confitada casera. La verdad es que la utilizo, sobre todo, con los roscones de reyes y, últimamente, cuando hago algún panettone. El almíbar resultante sirve para barnizar bizcochos o como sustituto del azúcar de una receta...

Me gusta dejar la naranja tierna y jugosa, porque al hornearla después - decorando roscones por ejemplo - tiende a caramelizarse un poco.  

Por cierto, la foto que veis muestra, de izquierda a derecha, las tres fases por la que pasa la naranja al confitarse, pero el proceso no termina ahí así que, si te interesa el tema, tendrás que seguir leyendo ;D.

Fases de la cocción de la Naranja Confitada Casera

INGREDIENTES:

  • Para el escaldado: Agua hirviendo y 1 Tbs (cucharada) de sal.
  • Para el almíbar: 200 g de agua y 200 g de azúcar blanca.
  • 2 naranjas pequeñas de piel no rugosa: Nos interesa que la piel sea fina.

PREPARACIÓN:
  • Lavamos bien las naranjas - yo utilizo un cepillo - las secamos y las cortamos en rodajas lo más finas que podamos, pero intentando que nos queden bonitas, con el corte de los gajos como veis en la foto. Es ideal un cuchillo de lama fina como el jamonero.
  • Ponemos el agua a hervir en una olla lo más ancho que tengáis, con 1 Tbs de sal  y metemos las naranjas distribuidas para que hiervan a fuego suave (3 ó 4 de mi vitrocerámica) durante 10 minutos. Ésto lo hacemos para quitar el amargor.
  • Vaciamos el agua del escaldado de nuestra olla y rellenamos con 200 ml de agua y el azúcar para hacer un almíbar. Revolvemos hasta que se disuelva al fuego.
  • Seguidamente distribuimos las rodajas de naranja y dejamos que arranque a hervir tapando la olla. Enseguida ponemos el fuego a una temperatura bajita (3 en mi vitro) y dejamos hervir durante 60 minutos tapado: Yo utilizo una tapa de cristal que tiene una pequeña válvula de salida del vapor. Si no tuvierais algo parecido, tendríais que dejar la tapa un poquito desplazada.
  • Pasado ese tiempo, seguimos cociendo 20-30 minutos más destapada. Cuando el agua se evapora, algunas partes de las naranjas pueden quedar sin líquido, por eso yo las voy bañando con un poco del almíbar.
Naranja Confitada Casera lista para usar
  • En este momento tenemos dos opciones: 
    • A) Sacar las naranjas y ponerlas a secar en una rejilla o en una bandeja cubierta con papel de hornear. Se puede acelerar el proceso en el horno a 100ºC y dejándolas unos 30 minutos o, incluso, apagando el horno a los 15 minutos y dejándolas dentro  hasta el día siguiente, que las guardo en un tupper.
    • B) Meterlas tiernas en un tupper, sumergidas en el almíbar sobrante, ya que quedan tiernas y perfectas para que no se endurezcan durante el horneado de los Roscones de Reyes.  
  • Las conservo en la nevera hasta el momento de su uso. También se puede congelar.
He hecho la prueba sin quitar el amargor y las naranjas quedan más bonitas, pero el punto amargo no me gusta demasiado. 

¿Qué pasaría si te quedarás sin líquido antes de tiempo? ¡Pues le añades un poquito más de agua! Como todo, es cuestión de práctica y de ajustar los tiempos a lo que os vaya mejor a cada una.

Un beso, 



domingo, 1 de diciembre de 2019

Grissini Clásicos

Cuando era niña recuerdo que en la panadería de mi casa vendían unos colines gigantes, o al menos eso me parecía a mi... Ya de mayor me di cuenta de que los italianos eran los reyes de este producto, al que llaman grissini. Empezamos viéndolos en los restaurantes italianos y hoy en día los encontramos en casi cualquier supermercado español, aunque no todos son los originales... Muchos fabricantes internacionales los imitan, aunque no siempre con total exactitud...

Versiones de grissini hay muchas, aromatizados de varias maneras, pero yo os voy a explicar cómo hacer los grissini clásicos con una pequeña variación: La harina de espelta. Por supuesto que se pueden hacer sólo con harina panificable, pero os aconsejo que no dejéis de probar la combinación que os voy a dar, porque os sorprenderá. ¿Y por qué no hacer las dos versiones y así opináis? 

Grissini Cásicos con Trigo y Espelta

La semolina de trigo duro la suelo comprar en las tiendas árabes que hay junto a la mezquita de Madrid, pero creo que también la venden en muchos supermercados. Aseguraros de que sea fina, porque la vamos a utilizar para trabajar y rebozar (no como una croqueta, pero casi) los grissini. Es ideal, por cierto, para espolvorear el papel de hornear con antes de poner cualquier pan, ya que evita que se pegue la masa al papel y posibilita recolocarla sin que se deforme demasiado... También se utiliza, combinada con otras harinas, para hacer pan.

Por cierto, la receta es del libro Panes y Dulces Italianos de las Hermanas Simili, pero un poco a mi manera, como siempre ;D.

INGREDIENTES:

  • 400 g de harina panificable (proteína 10)
  • 100 g de harina de espelta blanca o, en su defecto, cualquier otra harina panificable. Si utilizáis harinas sin gluten, compensad la misma cantidad con harina de fuerza: La suma total de harina debe de ser 500 g.
  • 250-300 g de agua
  • 8 g de sal
  • 50 g de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
  • 5 g de levadura fresca de pan
  • Semolina de trigo duro
  • Más AOVE para pincelar

PREPARACIÓN:

  • Mezclamos todos los ingredientes de la masa (no la semolina) y amasamos durante 8-10 minutos. Podéis hacerlo con ciclos de reposos y amasado hasta que se forme la malla de gluten. Acordaros, como siempre, de empezar por la cantidad menor de agua para ir ajustándola a vuestra harina. 
  • Formamos un rectángulo con la masa de 30x10 cm
  • Pincelamos una fuente alargada de Pirex con AOVE y colocamos el rectángulo de masa encima, con la forma lo más regular posible. Seguidamente pincelamos la superficie y laterales con AOVE y espolvoreamos con más semolina. Dejamos reposar hasta que doble su volumen.
Colines Clásicos: La masa lista para el corte.
  • Preparamos la bandeja del horno con papel de hornear y espolvoreamos por encima todavía más semolina (os dije que la íbamos a necesitar ;D).
  • Precalentamos el horno a 200ºC, calor arriba y abajo.
  • Espolvoreamos nuestra superficie de trabajo con semolina y volcamos encima el rectángulo de masa fermentada. Sobre la masa espolvoreamos más semolina.
  • Con un cuchillo largo cortaremos tiras de 1 cm por la parte estrecha del rectángulo de masa. Rebozaremos con semolina los pedazos de masa, antes de hacer los grissini. Para formarlos sujetaremos con los dedos el centro del colín y, con delicadeza, lo estiraremos hasta que su longitud abarque la parte estrecha de la bandeja del horno.
  • ¡ATENCIÓN!
    • Si se os parte algún colínno lo podréis reutilizar para la masa, así que lo mejor es hornearlo tal cual está. Veréis algún trocito pequeño en la foto principal...
    • La separación entre los colines no hace falta que sea demasiada. Así os cabrán más, ya que os saldrán dos bandejas o cuatro, si los hacéis finitos.
  • Horneamos durante 15 minutos a 200ºC, calor arriba y abajo, en el primer nivel del horno empezando por abajo. Les dais la vuelta y seguís 5 minutos más para acabar el horneado por la base. Una buena idea es utilizar la función Turbo (ventilador del horno) para acabar de dorarlos, pero no os vayáis muy lejos porque se podrían quemar.

Las que me seguís en Instagram y Facebook habréis visto que, aprovechando que tenía un prefermento de levadura en la nevera, he hecho grissini con él. ¡Había que probar cómo salían! Pues bien, el resultado son unos colines más a la española, más alveolados. A mi me gustan los grissini tradicionales, finitos y crujientes, así que me quedo con la receta que publico hoy.

Espero que os gusten y os animéis a hacerlos. Un beso,