Los que me seguís en Instagram y Facebook habréis visto que llevo varios meses haciendo pruebas con harina de espelta. Parece ser el cereal de moda ya que, a demás de ser más fácil de digerir que el trigo común (los médicos la recomiendan a personas con problemas digestivos), es rico en carbohidratos, vitaminas, minerales, proteínas y fibra. ¿Y su sabor? Pues maravilloso, como ya os avancé en mi receta de Pan de Trigo y Espelta.
El problema que tenemos que sortear cuando usamos sólo Espelta es hacer que el gluten débil que la caracteriza se active para generar un pan de miga esponjosa como la del todopoderoso trigo. Esto lo he conseguido combinando el uso de zumo de naranja como mejorante panario y escaldando parte de la harina que utilizaremos.