La galette es una tarta fina hecha con masa sablé, que rellenamos con ingredientes dulces o salados. Su aspecto rústico hacen que sea muy vistosa, pero hay
que tener cuidado ya que la base es muy quebradiza. No hace falta ningún molde para prepararla, pero podrías tener que meter la masa estirada dentro de la nevera, una vez formada, porque el alto contenido en mantequilla hace que pierda en poco tiempo la rigidez suficiente para poder formarla cómodamente.
Esta masa que os explico hoy tiene la particularidad de que lleva un poco de masa madre entre sus ingredientes. Si no tuvierais masa madre, os invito a que utilicéis la masa de la receta de la Quiche Lorrain, que también está muy buena. No sé cómo quedará con un prefermento de levadura, la verdad.
Esta masa que os explico hoy tiene la particularidad de que lleva un poco de masa madre entre sus ingredientes. Si no tuvierais masa madre, os invito a que utilicéis la masa de la receta de la Quiche Lorrain, que también está muy buena. No sé cómo quedará con un prefermento de levadura, la verdad.
Esta es la primera vez que la hago con ingredientes salados y no va a ser la última.
INGREDIENTES:
(Para una galette de cuatro raciones)
Para la Masa Sable:
- 120 g de harina panificable
- 100 g de mantequilla muy fría, cortada en pedazos pequeños
- 2 g de sal (tsp o pellizcos)
- 40-50 g de masa madre activa o no
Para el Relleno:
- 2 tomates pequeños cortados en rodajas finas a cuchillo.
- Tomates cherry para decorar.
- 1/2 calabacín cortado en rodajas finas (yo con mandolina)
- 250 g de queso feta
- 2 tsp (cucharaditas) de salsa pesto (he usado rojo porque no tenía verde)
- Un poco de semillas de sésamo para espolvorear por la masa y la superficie
- Unos pistachos picados para espolvorear por la superficie
- Un huevo batido para pincelar la masa antes de meterla en el horno.
PREPARACIÓN:
- Preparamos la masa sablé la noche anterior mezclando con los dedos la harina y la mantequilla hasta que quede un tacto arenoso. Seguidamente incorporamos el resto de ingredientes, teniendo en cuenta que la masa madre será el último elemento a incorporar y que añadiremos poco a poco, en la medida que nos admita la masa y hasta poder formar una bola. Evitaremos amasarla demasiado para evitar que se genere gluten.
- Sacamos la masa sablé de la nevera, dejamos atemperar un poco y extendemos sobre una hoja de papel de hornear con ayuda de un rodillo, hasta que quede un círculo fino. Si se nos reblandece mucho, la tapamos y la dejamos enfriar en la nevera unos minutos.
- Precalentamos el horno a 200ºC, con calor arriba y abajo.
- Cortamos los tomates y el calabacín y los aderezamos con el pesto. Reservamos.
- Vamos a colocar el queso feta desmenuzado en el centro de la masa, dejando un margen de unos tres dedos sin cubrir. Seguidamente disponemos los calabacines y, encima, los tomates. Yo he puesto también unos tomates cherry para hacer un efecto más decorativo.
- Con ayuda del papel de hornear y de una espátula o rasqueta, plegamos la masa que hemos dejado sin cubrir, por encima del relleno, formando el borde de la galette.
- Pincelamos con huevo batido el borde y espolvoreamos un de poco de sésamo por encima. Por último podemos espolvorear unos pistachos cortados en trocitos (u otro fruto seco que nos guste), para dar un poco de color al conjunto.
- El horneado será en bandeja, en la parte más baja del horno, con calor arriba y abajo, entre 20 y 30 minutos a 200ºC. Comprobaremos que está bien cocida cuando tome un bonito color dorado. Si no estuviera bien cocida la base, alargaremos algún minuto más el horneado sólo con calor abajo. Se puede tapar con papel de aluminio si observamos que se nos dora demasiado.
Los rellenos posibles son innumerables. Ya me contaréis cuáles se os ocurren!
Un beso,
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