Si os gustan la galletas "Digestive" y las galletas "Chiquilín", ¡estas son vuestras galletas!. La receta se la debemos a Salvadora D.G., una chica que comparte su experiencia en El Club del Pan, un grupo "panarra" que sigo con total asiduidad. Cuando leí que son las galletas más consumidas por sus hijos en casa, no dudé ni un segundo en hacerlas, porque tengo una teoría: "Si alguien hace mucho una receta, es que de verdad merece la pena probarla".
Viendo ahora las fotos, el aspecto no dice demasiado, pero os aseguro que son espectaculares.
INGREDIENTES:
- 100 g copos de avena finos
- 40 g de coco rallado
- 100 g de harina de avena
- 60 g harina de repostería (sin levadura) o de todo uso
- 130 g de azúcar de caña (la morena de toda la vida) o panela
- 100 g de mantequilla o aceite de coco
- 1 huevo L
- 1/2 tsp (cucharadita) de bicarbonato
- 1/2 tsp (cucharadita) de levadura química
- 1 Tbs (cucharada) de esencia de vainilla o un sobre de azúcar vainillado
- 1/4 tsp (cucharadita) de sal (un pellizco = 1 gramo)
Por cierto, si os resultan raras las siglas que utilizo para medir (tsp, Tbs), os quedará más claro si leéis la entrada que preparé cuando empecé el blog sobre los utensilios de medición que empleo (Pinchad aquí).
PREPARACIÓN:
Comprobado: Me acaban de salir 32 y bien grandecitas, para disfrute de mi hija, jajaja.
- Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.
- Batimos la mantequilla (o el aceite de coco) con el azúcar (y el azúcar vainillado, si es lo que vas a utilizar) con unas varillas hasta que se disuelva un poco el azúcar. Yo utilizo mi robot-amasadora.
- Añadimos el huevo y la vainilla y mezclamos hasta que se integren.
- Tamizamos las harinas (avena y repostera) y las incorporamos a la mezcla con la levadura, bicarbonato y el pellizco de sal. A partir de ahora el proceso lo podemos seguir a mano con facilidad, si nos ayudamos con una rasqueta.
- Añadimos el coco rallado y los copos de avena.
- Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo. Mientras tanto envolvemos la masa en film transparente y la metemos en el congelador. Si no las queréis hornear tan rápido, la reserváis en la nevera.
- Preparamos una bandeja de horno con papel de hornear.
- Para el formado, yo utilizo una cuchara de medición americana del tamaño de 1 Tbs; me va muy bien porque deja la forma ya lista para aplastarlas. Como veis la masa es muy pegajosa, pero ¿quién dijo miedo? Si lo veis muy negro, podéis añadir algún copo de avena más sin ningún problema. Ya sabéis que cada harina es un mundo y tiene una capacidad de absorción diferente...
- Colocamos distanciadas las bolitas de masa para, seguidamente, taparlas con otra hoja de papel de hornear y aplastarlas hasta que queden finitas con una superficie plana. Yo utilizo una tapa del frasco de cristal en el que guardo la harina que uso a diario, pero también podéis usar un vaso.
- Las horneamos a 180ºC, 10-12 minutos, en el segundo nivel del horno empezando por abajo. Estarán hechas cuando veamos que se doran los bordes de la galleta.
- Las dejamos enfriar sobre una rejilla y las guardamos en una lata de galletas.
¡Ahora que lo pienso no recuerdo si salen 18 o 24 galletas!
Comprobado: Me acaban de salir 32 y bien grandecitas, para disfrute de mi hija, jajaja.
Un beso,
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